El Fenómeno Porzingis: Sólo Curry, LeBron Y Kobe Venden Más Camisetas en la NBA

Choose from a curated selection of car photos. Always free on Unsplash. “Los proyectos ganadores nunca son a corto plazo, hay que saber esperar qué es lo que se hace bien, qué se puede mejorar, adaptarse a la cultura que ya existe y a la que hay que respetar”, señala Alemany, que define la capacidad de aprender, no tanto por el hecho de cultivarse en nuevos conocimientos, sino de crear resultados a medio plazo duraderos en diferentes entornos. También es toda una inspiración para los jóvenes salidos de entornos desfavorecidos, que tienen en él la prueba de que no hace falta ser un virtuoso de la canasta o de las rimas para ver más allá del horizonte pandillero. Tanto los fans, como la prensa y las propias estrellas se mostraron indignados ante una regla que no tardó en ser calificada como The Rich Paul Rule, por su indisimulada afrenta a los orígenes humildes del representante. 21.23 horas: Los Detroit Pistons llegaron a un acuerdo con Markieff Morris para un contrato del que se desconocen los detalles. Era la voz de la razón y el padre de todo el vecindario”, exponía Paul en una entrevista con The New York Times, cabecera que le denominó como “el agente del cambio”. A partir de ese día, la sus dos camisetas colgarán del techo del Staples Center.

Sólo Stephen Curry, LeBron James y Kobe Bryant, que ese orden ocupan las tres primeeras posiciones, vendieron más camisetas entre octubre y noviembre de 2015, según ha hecho público la tienda oficial de la NBA. Paul planeaba abrir su propia tienda de moda deportiva, pero dejó todo a un lado cuando LeBron entró en la NBA y le puso en nómina como consejero y gestor de sus contratos de marketing. En una reciente entrevista televisiva, Paul insistió en el aspecto vital de su envidiada gestión: “Para mí, lo más importante siempre ha sido educar al jugador, porque antes que nada son personas y porque solo van a dedicarse a este deporte durante el tiempo que Dios se lo permita”. Ambos son naturales de Cleveland, hijos de familias monoparentales, salidos de barrios conflictivos pero que estudiaron, gracias a las becas deportivas, camiseta lakers lebron el corte ingles en centros escolares de gran prestigio. Conecta con sus clientes y entiende lo que quieren conseguir.

“Eso solo lo consiguen aquellos que aprenden continuamente de su entorno”, concluye el consultor. El agente sostiene que la formación educativa siempre fue una prioridad para ellos: “Solíamos decir, ‘No hay nada de cool en ser un idiota”. El influjo del agente es tal que hasta la NCAA, la organización que rige las ligas universitarias deportivas de Estados Unidos, publicó este agosto un nuevo requisito para los representantes de jugadores con aspiración de entrar en la NBA: contar con un título universitario. Aquella elección tardía era una prueba más para el jugador, que por entonces se había acostumbrado a pasar desapercibido para los grandes equipos. La gente humilde, cuando llega a una nueva organización, espera seis meses para observar, tomar nota de lo que funciona, de lo que hay que cambiar, para aprender y luego tomar decisiones, pero eso no suele ser lo habitual”, asegura Carlos Alemany, socio director de la consultora de búsqueda de alta dirección Alemany & Partners. Más allá de los tradicionales anuncios de bebidas energéticas o del lanzamiento de una línea de zapatillas, Paul intenta alumbrar el renacimiento del jugador multitarea, aquel que compatibiliza su carrera deportiva con diferentes inversiones y escarceos en los medios para garantizar su futuro profesional una vez cuelguen las botas.

En una liga en la que los jugadores han sido meros cromos en posesión de los equipos, sin capacidad de decisión real sobre su futuro hasta pasados varios años como profesionales, camiseta lakers lebron el corte ingles los últimos movimientos de representados como LeBron James o Anthony Davis han supuesto un seísmo en las dinámicas de poder. Por fin conscientes de su importancia dentro de la NBA, las grandes estrellas están apostando por confluir fuerzas y elegir contratos de corta duración para no hipotecar su futuro a los volantazos del dueño de turno. “Es lo que suma a la capacidad, a los conocimientos, la pasión, el compromiso, las ganas de vivir la empresa en la que se está”, apunta Monfort, que destaca una tercera cualidad del deportista, de la que asegura carece la mayoría de los directivos, como es la capacidad para conectar, para generar sinergias entre las personas. “Hay profesionales que sirven para trabajar en cualquier organización, y esto conecta con el concepto de talento, y triunfan tanto en privado como en público, y eso no es tan frecuente entre los directivos de las empresas”, señala el profesor de Esade y consejero delegado de la consultora Monfort Ambient Management, Norbert Monfort, que distingue entre talento, esto es, el conocimiento, el saber hacer, y algo que no es tan frecuente, como es la pasión con la que un jugador como LeBron vive el baloncesto y la organización para la que trabaja.