En esta situación, nos encontramos con que los costes de refino de otros países no tienen porqué ser menores a los costes españoles y nuestros combustibles, están sujetos más aún a más variables en costes. Por ejemplo, los costes laborales, costes energéticos propios, costes de los transportes y mantenimiento o costes de stock y su control son costes que varian al alza siempre en mayor o menor medida. A esta evolución de costes al alza, tenemos que sumarle el efecto de producción propia de gasolinas y el saldo comercial de gasolinas con el exterior. En esta tesitura, durante el año 2011 por ejemplo, las importaciones totales de productos petrolíferos supusieron 23.000.000 de toneladas con un saldo neto comercial de importaciones de 9.872.000 toneladas de productos petrolíferos. El coche en el que iban a llegar las finalistas también era blanco, como si lo aparcaran debajo de un palomar.
La compra de grandes cantidades de oro de países como China y Rusia, entre otros, puede provocar que el precio del oro ascienda o descienda. Mientras Rusia y China pugnan por aumentar sus reservas, EEUU y Alemania siguen en cabeza de la lista de los principales países que acumulan reservas de oro con la intención de proteger su economía. Podemos constatar que la demanda no va a dejar de crecer durante varios años aún, o quizás décadas, en gran parte gracias al desarrollo de la industria en el mundo y a la reanudación del crecimiento económico. La industria petrolera española tiene una capacidad máxima de 1.320.000 barriles de petróleo diarios, producción insuficiente para cubrir el propio consumo de productos petrolíferos internos.
Así, el volumen de las reservas norteamericanas se incrementó la semana pasada en 2,6 millones de barriles y ahora se estima en un total de 456 millones de barriles. Tras las novedades conocidas sobre el ataque a las instalaciones del gigante petrolero saudí, Aramco, se disparó el precio del petróleo en las primeras operaciones del lunes. Lógicamente, las diferencias de cambio euro/dólar tienen un impacto directo en el precio base del petróleo. La cantidad de metal que se extrae en las minas y su producción pueden hacer entender que el oro suba o baje. Desde entonces, este metal precioso ha tenido diversas fluctuaciones, pero ninguna tan importante como entonces.
El oro de inversión, este activo refugio que todos utilizan como la opción más segura, tuvo en el año 2011, coincidiendo con el estallido de la «burbuja inmobiliaria», un espectacular incremento de valor alcanzando unos 1900 dólares la onza. La escasez hará aumentar el precio del este metal en el futuro. Riesgo de inflación. Cuánto más riesgos de inflación existan, mayor valor y demanda tendrá este metal. Todos saben que el oro es el metal que tiene una tendencia alcista en su cotización. A puntito estuvo de haber sorpasso, pero si algo ha tenido Adara es una horda de seguidores prácticamente imposibles de superar. El petróleo es una fuente de energía no renovable.
Por contra, a principios de septiembre, teníamos el mismo precio para el petróleo pero la gasolina sin plomo ha ascendido a 0,68 euros por litro y el gasóleo a 0,70 euros por litro. Según los principios básicos de la economía, hemos de entender que cuando la oferta es baja y la demanda es alta, el precio automáticamente se dispara. Países como India y China, son grandes consumidores de oro y en determinadas épocas del año según sus festividades hacen gran incremento de éste. Fluctuaciones en divisas. El precio del oro se verá afectado por las fluctuaciones de divisas como el Yen japonés, el dólar australiano o libra esterlina. Las incertidumbres económicas y crisis mundiales llevan a que los inversores vendan acciones por el bajo rendimiento de los bonos y suba así el precio del oro.